Cacao ceremonial de origen: una experiencia auténtica desde la selva cusqueña. Nuestro cacao ceremonial es perfecto para quienes buscan una conexión real con el cacao: de origen ético, respetuoso con las comunidades agrícolas y elaborado con los más altos estándares de calidad. Hecho con cacao chuncho, una de las variedades más antiguas del Perú, cultivado en Quillabamba (Cusco), este cacao ha sido tostado suavemente para preservar sus delicadas notas de pasas, uvas y madera. Gracias a un refinado mínimo de 24 horas, mantiene los ácidos naturales del cacao, esenciales para una experiencia intensa y profunda. Ideal para preparar a la taza y conectar con lo esencial.
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Cacao ceremonial
Cacao ceremonial de origen: una experiencia auténtica desde la selva cusqueña.
Nuestro cacao ceremonial es perfecto para quienes buscan una conexión real con el cacao: de origen ético, respetuoso con las comunidades agrícolas y elaborado con los más altos estándares de calidad.
Hecho con cacao chuncho, una de las variedades más antiguas del Perú, cultivado en Quillabamba (Cusco), este cacao ha sido tostado suavemente para preservar sus delicadas notas de pasas, uvas y madera. Gracias a un refinado mínimo de 24 horas, mantiene los ácidos naturales del cacao, esenciales para una experiencia intensa y profunda.
Ideal para preparar a la taza y conectar con lo esencial.
20,00 €
200 gr.
Lo que tienes que saber...
Ingredientes
Granos de cacao
Alergénos
Puede contener trazas de frutos secos y leche.
Producto libre de gluten
Conservación
Conservar en un lugar seco y fresco (20 °C)
Método de elaboración
Preparación de Cacao Ceremonial
Dosis para 1 taza:
35–40 g de cacao ceremonial
200 ml de agua filtrada
(Opcional) Especias como canela, cardamomo, pétalos de flor o un toque de sal
(Opcional) Endulzante natural: miel, panela, sirope de agave
Método de preparación:
Crea el espacio. Antes de comenzar, tómate un momento para respirar y poner intención a tu preparación. El cacao es una planta poderosa, usada ancestralmente para conectar con el corazón.
Calienta el agua en una olla pequeña, sin que llegue a hervir.
Agrega el cacao troceado y remueve suavemente a fuego bajo. Usa una cuchara de madera, un batidor o molinillo. Deja que el cacao se funda poco a poco, con presencia.
Cuando la mezcla esté homogénea y ligeramente espesa, añade si deseas un toque de canela, sal o endulzante natural.
Sirve caliente, siéntate cómodo y bebe a sorbos lentos. Puedes usar este momento para meditar, escribir, o simplemente reconectar contigo.
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